domingo, 20 de junio de 2010

La disfuncionalidad de las familias


La Sociedad chilena se caracteriza por la disfuncionalidad familiar y es fácil observar pequeñas instituciones estatales, llamadas familias, que tienen a su cabeza a una mujer. El matriarcado aquí y en la quebrá del ají es un fenómeno común que guarda tras la fortaleza de esas féminas un profundo dolor, que se arraiga en el simple hecho de que sus sueños se destruyeron y se vieron solas sin nada más que hacer, que seguir luchando por los que vienen atrás.

Hoy les vengo a contar la historia de amor más hermosa jamás antes escrita: Corría el mes de Mayo de 1967 y en la Universidad de Concepción surgía el Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Chile, ella estaba a punto de cumplir un año de vida y él iba por los seis; muchos años tuvieron que pasar para que esta historia se comenzara a forjar.

Él, joven mirista que jamás pisó la universidad, pertenecía al grupo del campesinado recién incorporado al movimiento; ella muchacha común entre todas estaba alejada del escenario político, pero su padre, sindicalista, insistía en la importancia de la consciencia social en la juventud.

En el invierno de 1984 en la mítica población ‘La Victoria’, él burlaba la autoridad en la noche santiaguina y ella dormía en su casa, de pronto el estallido de una bomba la hizo despertar y él corrió a refugiarse en la casa del viejo sindicalista. En ese momento sus caminos se juntaron y creyeron que jamás se iban a separar, pero él a sus 23 años no tenía trabajo y para el viejo comunista, el proletariado era la fuerza de lucha; “Si no trabaja, no hable compañero” solía decirle.

Ante la imposibilidad de concretar un romance que fuese aceptado por la sociedad, los jóvenes enamorados de la vida y de la lucha social decidieron emprender un romance clandestino, tan clandestino como sus ideales y tan fuerte como el amor que ambos tenían. Un martes 13 de Febrero, tras cinco años de fugitiva relación, se juraron amor eterno…

La democracia había llegado y junto con ella la noticia de que venía en camino una hija para el recién formado matrimonio y aunque la democracia parecía imponerse la DINA seguía empeñada en exterminar una raza subversiva que llevaría al país a la ruina, entonces las ‘caras visibles’ del ala más revolucionaria del MIR fueron obligadas a escapar, por su propia seguridad. ¿El destino? La isla, en la Habana vieja nació ella el opuesto radical de su padre, de cabellos rubios y ojos gigantescos, que vino a consolidar el amor y la libertad… ella, Libertad.

Pero el amor por la patria fue más fuerte y en Septiembre de 1992 la familia pisaba suelo chileno, no pasaron tres meses y en Diciembre del mismo año mi padre fue asesinado por un cerdo que junto con su vida, se llevó la de mi madre… La joven de 26 años recién cumplidos se encontró de un momento a otro, con sus sueños en suelo, el amor de su vida muerto y una hija entre sus brazos.

Así comenzó su matriarcado, con esfuerzo, tesón y coraje supo educar en la libertad del ser a la pequeña, pequeña de la que ahora ya no queda nada, porque al mirarme al espejo, veo el fiel reflejo de mi padre mezclado con la blanca piel de mi madre, figura imponente, un metro setenta de puro coraje… coraje forjado por mi madre, la matriarca eterna, la única que en éste comercial día se merece el cielo, la tierra y las estrellas, el abrazo de la esquiva Libertad y un grito que mezclado de rabia y ternura resuena fuerte: “Feliz día Papá”

martes, 15 de junio de 2010

Siempre es lo que más tarda

Siento que he sentido tan poco, y me queda tan poco para seguir sintiendo que el tiempo juega en contra, hay mucho por hacer y sentir, en muy poco. Y tampoco estoy segura de tener la disposición de recuperar mi tiempo perdido en mis experiencias no vívidas; en esa primera vez en la que sólo existió su mirada, en caminar por la calle siendo más que dos, en sentirme realmente apoyada, en reír a carcajadas por nuestra felicidad, en que cuando está el otro no hay nadie más, y en todas esas cosas que jamás viví, y al parecer ya es muy tarde para vivir.

Lo que más vale la pena siempre es lo que más tarda” un día tuve el coraje de decir mi frase célebre al oído de un personaje conocido, y al parecer me maldije al instante, porque aunque no lo quiera, aún sigo esperando lo que vale la pena, resignada en que tardará. Y si quizás un día todo suceda y sea precioso, algo así como la envidia universal, y las mariposas y la música de fondo, pero ya lo he soñado tanto que cuando suceda no me daré cuenta.

Quizás las lamentaciones de esta muchacha suenen tristes y desconsoladas, pero más bien reflejan la concreción de mi eterno miedo, ese miedo a quedarme sola, a ser utilizada; así como se lo comenté al mismo personaje mientras viajábamos rumbo a no vernos. De modo qué, no gastaré más tiempo pensando en qué tengo que recuperar lo que nunca tuve, y tampoco me conformaré con lo que tengo, ¿entonces?

Sí, entonces seguiré perdida en el pasado mientras el presente se me escapa de las manos, la historia del Imperio romano es más auspiciosa que la novela de una muchacha con miedo a quedar sola.

viernes, 11 de junio de 2010

Aló ¿Ámbar?


¿Ámbar?, Hablas con tu tía:

Nace, cómo sea, pero nace que te espero desde Diciembre, que alucino con que estás en mis brazos, que aunque no te planearon llegaste a concretar mis planes, nace, no te des por vencida que mamá y los demás ya estamos luchando hace mucho. ¡Ámbar! No dejes a tu tía con el corazón en la mano, he hecho tanto por ti… incluso dejé de fumar para que el humo no te afectara. Yo sé que éste mundo no es muy bonito, pero estoy trabajando para que cuando llegues las cosas estén mejor, intentaré detonar las bombas ahora –con tu mamá aislada- para que en tres meses más los gases no te afecten los pulmones… intentaré hacer que el pasaje en micro baje para que cuando sepas caminar te pueda sacar a pasear, lucharé para que los parques no se conviertan en condominios y podamos jugar en ellos, trataré de no ser tan loca, para no darte malos ejemplos, y por sobre todo… te estaré esperando con ansias.

Prometo que jamás te llevaré al mc donalds y conmigo no conocerás el mall, prometo que te enseñaré a leer tal como lo hice con tu hermana, prometo que siempre estaré… pero necesito tu compromiso, necesito que cuando ponga la mano en la guatita de tu mamá me des una patada, una patada cargada de rabia, porque te estamos subestimando, porque eres fuerte, y porque nacerás, y nacerás sana… y si no es así, sé que lucharemos por sanarte.

¿Ámbar, me escuchas?

Yo sé que sí.

lunes, 7 de junio de 2010

Quisiera

Quisiera tener una cámara fotográfica ahora y retratar el momento perfecto, para que cuándo nuestros momentos se acaben puedas mirar lo felices que fuimos algún día.