Y desde que la luna conspiró a nuestro favor ya nada es lo mismo, la sonrisa en el semblante se ha hecho común y no es extraño verme rondando tu mirada, intentando encontrarte una vez más y reproducir nuevamente las sensaciones más maravillosas, es que tu me das fuerzas para seguir volando. Tengo la certeza de que nuestro viaje valdrá la pena, porque la complicidad que nos envuelve es inigualable, porque tus ojos no me mienten y porque presiento que sobre tu pecho el alma no sentirá frío. Lo digo ahora y lo repetiré hasta el cansancio, no me importa que la magia termine mañana, el presente es lo mejor.-
preciosura de viaje et mujer.
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