Si yo fuese hombre usaría mostacho y correría por los parques persiguiéndome, convencido de que mi versión femenina es preciosa y que no hay otra igual, a los segundos miraría hacía el lado y al ver otra muy distinta, de escultural figura me acercaría para ver qué resulta de un fugaz encuentro, entonces, me olvidaría de mi versión femenina que ahora camina con paso aquietado asumiendo que nuevamente quedó sola, y yo, embobado con la nueva mujer, y ella embobada con mi mostacho y mi verbigracia, y nosotros jugaríamos magia y nadie nos miraría mal, y nadie diría nada, porque tengo mostacho.
Pero como no tengo mostacho, y sigo haciendo lo mismo que haría si lo tuviese, el resto mira extraño y se apresura en (des)calificarme: ‘es una puta’. ¡NO! ¡Soy shuér loca!
No hay comentarios:
Publicar un comentario