No soy filosofa y tampoco deseo serlo. Desde el principio dije que éste sería el sitio dónde el fluir de las palabras quedaría cristalizado, algo así como el lado oscuro de la pequeña gran superpotencia. Y la verdad, este no es el lado oscuro, debe ser algo así como el lado más claro, soñador e idealista... como diría Eduardo Galeano, este es el sitio dónde puedo caminar, sí caminar, siguiendo a la utopía que me adelanta por algo así como el doble de los pasos que voy dando.
Allá en el horizonte se va escapando lo que sigo, lo que me mantiene viva, lo que me pone en movimiento, aquello por lo que lucho, y que extrañamente lleva el nombre que han decidido darle al susurro de los otros al mencionarme. Sí, allá, adelante se me va escapando la libertad, como la mejor de las utopías y como el mayor invento que las mentes han creado, para volver a ser sustancia prima, desencadenada, liberta...
He caminado tanto que mis piernas se han fortalecido, he agigantado mis pasos e igualmente me lleva la delantera, la he perseguido durante diecinueve años y aún la diviso, lejos en el ocaso, sin oscurecer, sin cansarse de esquivarme, sin decaerse ante las barreras, de pie, inquieta, preciosa y sublime, sólo como ella sabe ser, bella, sí, bella, anhelada y libre...
Y cuando mis piernas se han cansado, la mente y el alma han comenzado a conspirar, no en mi contra, ni en contra de ella, sino que a nuestro favor. Y sí, comprendí.
Hoy, la libertad quiere ser libre y seguir adelantándome. Y yo, quiero tenerla y hacerla mía, creyendo que con ella en mi poder, podré respirar tranquila. Pero si la hago carcelaria de mis deseos, le quitaré su belleza y su valor, la libertad debe ser libre y saberse liberta. Ni todos los pueblos de la historia ni yo podremos tenerla entre las manos, porque simplemente eso es ella, suave efervescencia y dulce resplandor que se mueve con ritmo al final del camino, eso es ella, la invención más maravillosa que una mente libre y voladora ha creado para darle sentido a nuestra vida, eso es ella, entre las invenciones, lo más real...
Y esta soy yo, una muchacha demente que escribe lineas confusas, porque desea contarle al mundo qué ha aprendido a vivir con ella, pero sin ella. He aprendido a contemplarla y desarrollar batallas que llevan la impronta de su nombre. Sí, he aprendido a amarla, con ese amor verdadero, que al igual que ella, es libre y bello. Con ese amor que no pretende hacerla rehén ni capturarla sólo para él, sino que pretende compartir con ella los momentos más infinitamente fugaces escritos en la historia, los momentos más felices, y los momentos más tristes, los más victoriosos y también aquellos momentos en que el esfuerzo ha fracasado.
Esta soy yo, fémina aguerrida que camina codo a codo con la libertad, que la cuida y la respeta, que la ama y la comparte, que la enseña y la valora. Esta soy yo, Libertad en libertad, con libertad y por libertad.
Si otros la conocieran, sería más fácil que me conocieran, me amaran y me respetaran; pero como no la conocen, no comparten con ella, no la aman y no la respetan; la misión de conocerme se hace difícil y viven alimentados por fantasías y espejismos que suelen llamar por mi nombre, pero que no son más, que lo que sus ojos encarcelados pretenden ver.
Atrás de Libertad, está ella, la que le da sentido, la verdadera y la real. Si no conocen la principal premisa de esa muchacha, será imposible que pretendan conocerla a ella algún día.
te pego la frase de Galeano.
ResponderEliminarLa libertad no se alcanza en todo caso, se vive, como todas las utopias, si fuesen alcanzables dejarian de serlo, mientras sigas la libertad tu espiritu sera libre, aunque te encadenen, cuando dejas de seguirla dejas de ser libre aunque puedas ir a donde quieras como quieras
Ayer iba a comentar tu entrada, pero al final no encontré las palabras necesarias para hacerlo; ahora que leo el comentario que me dejaste en esa letrina que tengo por blog, me dejaste dando vueltas esas cosas que dijiste.
ResponderEliminarLa Libertad se defiende en el diario, en la micro, en la calle, con los amigos y compañeros, en una barricada, en la casa, con la vieja, en la cama; la libertad no se quiere para uno, se regala y se comparte: se disfruta.
No sé como expresarlo.
La fortaleza es temple, es ponerle el pecho a la contra y salir parado. Endurecer y dejar de sentir no es fortaleza es indiferencia, recuerda que la Libertad no es indiferente.
No te olvides que eres una pequeña gran superpotencia, heche la 'elante que pa 'tras no cunde ná. Abrazos!