miércoles, 6 de enero de 2010

Blanca era, Blanca fue, blanca, blanca...



Habíamos hecho un pacto, habíamos aprendido a volar juntos, pero así como jugaba con mi pelo, y el de otras, también jugó con el monstruo que suele vestirse como princesa de blanco. Típica princesa, de carita bonita y apariencia alucinante, ella hacía que se sintiera dueño del mundo en un segundo, y al otro, siempre estaba yo para que la angustia no causara tantos estragos en sus brazos. Ella lo convirtió en otro, él ya no me invitaba a soñar un futuro compartido, yo me fui cansando de estar sola, y él se perdía por semanas. Nos queríamos, ella lo sabía, él fue el culpable, ella sólo le coqueteaba, él la prefirió a ella, y ahora, sin ella o acostumbrado a ella, vuelve por mí, para invitarme a volar. Ya no quiero volar, prefiero tenderme en el pasto, y abanicar la mirada del periodista del momento. El 2009 se fue sin visitar las lejanías del sur!

Ya no quiero volar, prefiero tenderme en el pasto, y abanicar la mirada del periodista del momento. El 2009 se fue sin visitar las lejanías del sur!

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